Durante años llevé una vida acelerada, llena de tareas, compromisos, sueños postergados y una constante sensación de cansancio. Me acostumbré a estar agotada, a sentirme inflamada, a vivir con cambios de humor, con digestiones pesadas, sin saber que todo eso era parte de algo más profundo.
Un día me diagnosticaron hipotiroidismo, y poco después, problemas con la vesícula. Ahí fue cuando entendí que mi cuerpo llevaba tiempo hablándome… pero yo no sabía escucharlo.
No fue fácil. Me frustraba ver que a pesar de “cuidarme”, seguía sintiéndome mal. Me comparaba con mujeres que parecían tenerlo todo bajo control mientras yo luchaba cada mañana con la energía, la concentración y el ánimo. También estaba el estrés constante, la autoexigencia, la culpa por no ser “lo suficientemente productiva”.
Pero un día decidí cambiar la narrativa. Elegí convertirme en la protagonista de mi sanación. No desde la perfección, sino desde el amor.
Así nació Fénix Interior.
Este blog no es solo un espacio de bienestar, es una llama encendida para todas las mujeres que sienten que se han perdido un poco, pero que están listas para volver a encontrarse.
Aquí hablamos de salud femenina, de emociones, de productividad consciente, de autocuidado, de sanar sin prisa.
Yo no tengo todas las respuestas. Pero sí tengo la intención. Y quiero compartirte todo lo que he aprendido (y sigo aprendiendo) en este camino de renacer desde dentro.
Si alguna vez te sentiste sola, agotada o desconectada de ti misma… este espacio es también tuyo.
Bienvenida a Fénix Interior. Bienvenida a tu renacer.
